Neruda 1959 

UN PARQUE PARA PEÑALOLÉN

Hace algunos meses que el rumor cierto del proyecto de un Parque en la Comuna, en los que hoy son terrenos de la "Toma de Nassur", ha recorrido Peñalolén. Y muchos, la mayoría, estaremos de acuerdo en la necesidad de contar con un gran espacio de encuentro y de diversión, sobre todo para la mayoría de la población nuestra que no tiene los recursos para disfrutar de su tiempo de ocio. Nadie en su sano juicio podría decir que este proyecto es malo. Salvo por un tema mucho más de fondo, y es, que este aparece compitiendo con una de las realidades más complejas de nuestra comunidad: LOS ALLEGADOS.

Somos una Comuna que se originó a partir de tomas, allá por los años cincuenta, cuando el sector alto de Peñalolén representaba un desafío para quienes se arriesgaban a vivir allí. Sin agua, sin luz, sin transporte, sin infraestructura. Sin nada. Esos mismos colonos que se atrevieron a vivir y a construir con sus manos casa, plazas, calles, acueductos; esos mismos colonos que hicieron su vida en la comuna antes de que se pensara como tal, fueron teniedo sus sueños y sus familias. Y hoy, los hijos de muchos de ellos se ven desplazados por el desarrollo de Peñalolén. Los grandes proyectos inmobiliarios, legítimos por cierto, han ido lentamente dejando sin opciones de habitar la comuna a los hijos de esos colonos. Pues como vivimos en una sociedad donde el Estado ha cedido todos los espacios al Mercado, la demanda creciente de los terrenos ha hecho que estos sean inalcanzables para la mayoría de las familias humildes que en algún momento soñaron con su casa propia. La Toma de Peñalolén es sólo una ínfima parte de una realidad que representa la necesidad de 12 mil familias de allegados. La respuesta de las autoridades, generalmente va por el lado de la lógica del Mercado. Los precios de los suelos de Peñalolén,dicen, hoy no son accequibles para los más pobres. Por lo que muchos dan la respuesta, lógica para el modelo, de que aquellos que no pueden pagar lo que hoy vale vivir en la comuna, deben resignarse a salir de ella, con todo lo que eso significa. Justamente los que menos tienen son condenados a vivir en la periferia de la ciudad, con menos áreas verdes, con menos infraestructura, con mayores distancias a sus focos de empleo, con un mayor distanciamiento de la familia. Se condena justamente, a los que menos tienen, a asumir los mayores costos.

Hoy en la Comuna existen proyectos inmobiliarios de privados, como el caso de la Viña Cousiño Macul, que contemplan grandes extensiones de áreas verdes, las que asumidas de conjunto por un Municipio comprometido pueden efectivamente dar cuenta de la necesidad de un Parque para Peñalolén, en el corazón de la Comuna.

Los terrenos de la toma de Nassur, aparecen, desde que se gestara la toma hace seis años, como los más factibles de negociar, para dar al menos en parte una señal fuerte al drama de los allegados. De ello sólo depende la voluntad de un Gobierno que de verdad se ponga del lado de los más postergados, de aquellos que el Mercado no reconoce como sujetos de crédito, y que por tanto no da alternativa alguna, más que mirar hacia el Estado. Porque mucho podremos apreciar la belleza de un paisaje, la sombra de un árbol; pero no podemos pensar siquiera en hacerlos competir con la necesidad legítima de una famila de tener su casa propia.