miércoles, enero 30, 2008


Valentín y Volodia

Lucho comunicó que tendríamos reunión de base de la Juventud en San Antonio 58, segundo piso, sede de la Federación de Maestros. La tabla era extensa pero se planteó una cuestión previa. El enviado de la dirección comunicó que “ los tiempos no están para bollos...vivimos en la ilegalidad”…Respiramos el aire conspirativo. Se cerró la puerta y comenzamos a hablar en voz más baja…Por lo tanto camaradas ha llegado la hora de las chapas. Que cada uno cambie su nombre por otro, el que elija…
Yo vacilé…”pobre Valentín, estás condenado a desaparecer”. Me atreví a levantar la voz. – No quiero cambiar de nombre. Estamos jugando a los bandidos.
- Protesto – dijo Capdeville.
- Entonces estamos jugando a los héroes.
- O a los conspiradores- murmuró Helio.
El joven del Comité Central afirmó en tono irónico:
- A lo que no hay que jugar es a los tontos…
¿Pero cuál es el nombre que tú me propones?
- Volodia.
- Pero seguiré llamándome Valentín.
- Te llamarás Volodia.
- No. Quiero seguir llamándome Valentín. Quiero seguir siendo el Santo de los enamorados. Que me prendan velas y me hagan mandas todos los catorce de febrero…
- San Valentín Buenas Peras, este no es un baile de máscaras – sostuvo Rodríguez.
- Te llamarás Volodia – dictaminó con voz autoritaria el del Comité Central. Helio trató de consolarme.
- No lo tomes a lo trágico. Este es un juego. Te llamarás Volodia por unos meses y después volverás al Valentín…y como poeta podrías adoptar ese seudónimo…
- Quiero decirte que consideres esto como una broma, un chiste, algo pasajero. Después nadie recordará que alguna vez te llamaste Volodia.
- O tal vez- murmuré pesimista – nadie nunca sabrá que me llamaba Valentín.

( del Libro : “ (Antes del Olvido) Un Muchacho del siglo Veinte” )





Los tres hombres que aparecen en la foto superior fueron figuras culturales y políticas relevantes en nuestro país. Dos de ellos partieron casi al mismo tiempo, uno al alero de la traición, el otro sumido en la enfermedad y la nostalgia. En estos días se extinguió la fuerza del tercero de ellos, Volodia Teitelboim; treinta y cinco años después del Golpe de Estado y en el Centenario del Natalicio de su gran amigo Salvador Allende. Tengo la certeza que al igual que quienes le precedieron, su figura será recordada por todos quienes compartimos sus ideales , por todos aquellos que aspiramos a un mundo más solidario y fraterno. Por siempre compañero Valentín.

La Villa René Schneider
Para quienes vivimos en esta Comuna, rica en experiencias y en su gente, bueno sería -pensé- que pudiéramos saber de lo que otros hacen los diferentes rincones de nuestro territorio. Esta es la idea de este pequeña reseña, la primera de muchas.
Para mi gratificación y alegría de muchos vecinos, el 20 de enero de 2008, después de mucho tiempo de recelos, conflictos y disputas de dos Juntas de Vecinos, con el apoyo de los pobladores del sector, la población René Schneider, de la Unidad Vecinal N° 17, en una votación libre y soberana ha decidido volver a ser una sola organización. Después de un largo proceso de asimilación de errores y de reformulación de proyectos surge unas nueva Directiva, que mezlca la experiencia de los años con el ímpetu de la juventud. En el nombre de Julio Herrera (Presidente) y de Jeannette Silva (Secretaria) quisiera saludar a esta nueva y fortalecida Junta de Vecinos y agradecer la invitación que nos hicieran llegar para compartir la alegría de los vecinos que en una plaza remozada llena de ideas y proyectos se convocaron para iniciar una nueva etapa en la historia de esta Población ubicada a la entrada de Peñalolen, en la histórica Lo Hermida.

Acerca de mí

Mi foto
Casado, 2 hijos. El tercero de cuatro hermanos. Dirigente estudiantil durante finales de la dictadura militar en los 80. Con estudios de Ingeniería Química e Ingeniería Comercial. Dirigente social en Peñalolen, desde mi llegada a la Comuna en 1993. Fundador del Centro Cultural Juan Chacón Corona. Concejal del Partido Comunista de Chile, en la comuna de Peñalolén durante el período 2005-2008, lo que me permitió traducir el trabajo político en el mundo social. Para bien y para mal. Vivo en un país libre, cautivo del consumismo, del stress y del egoismo. Hoy, estoy enfrascado en buscar la otra parte de mi persona, que se quedó a la saga, esperando tiempos mejores...