Longueira-plebiscito-Bolivia
El Senador UDI, Pablo Longueira ha desatado un interesante debate, al proponer esta semana un mecanismo excepcional en nuestro país para resolver un problema limítrofe con el vecino Bolivia, en lo que dice relación con su salida al mar. Derechamente ha planteado que este problema debiera ser resuelto mediante el mecanismo de plebiscito . Loable podría parecer su cuento, si no fuera porque en Chile este mecanismo fue expresamente deshechado por la Cosntitución heredada de la Dictadura de Pinochet y mantenido al margen durante los años en que al Senador Longueira le tocó ser oposición al gobierno. Lo más interesante de todo esto no es si la idea de Longueira es buena o no ( lo que daría para otros comentarios), sino la legitimidad que este mecanismo por sí podría y tendría en otros aspectos más relevantes y cotidianos de nuestra sociedad, lo que sin duda generaría un foco que potenciaría el accionar ciudadano y obligaría a la política a ser más ágil para definir su agenda de prioridades. De seguro se nos ocurrirína muchos temas para ser plebiscitados. Pero para eso lo primero es reformar "nuevamente" esta Constitución.
¿Y si hiciéramos un plebiscito para saber si los chilenos estamos conformes con esta Constitución que nos amarra en tantas cosas, entre otras en que nos impide que los plebiscitos sean vinculantes?
SIN EVOLUCIÓN...NO HAY REVOLUCIÓN
El Senador UDI, Pablo Longueira ha desatado un interesante debate, al proponer esta semana un mecanismo excepcional en nuestro país para resolver un problema limítrofe con el vecino Bolivia, en lo que dice relación con su salida al mar. Derechamente ha planteado que este problema debiera ser resuelto mediante el mecanismo de plebiscito . Loable podría parecer su cuento, si no fuera porque en Chile este mecanismo fue expresamente deshechado por la Cosntitución heredada de la Dictadura de Pinochet y mantenido al margen durante los años en que al Senador Longueira le tocó ser oposición al gobierno. Lo más interesante de todo esto no es si la idea de Longueira es buena o no ( lo que daría para otros comentarios), sino la legitimidad que este mecanismo por sí podría y tendría en otros aspectos más relevantes y cotidianos de nuestra sociedad, lo que sin duda generaría un foco que potenciaría el accionar ciudadano y obligaría a la política a ser más ágil para definir su agenda de prioridades. De seguro se nos ocurrirína muchos temas para ser plebiscitados. Pero para eso lo primero es reformar "nuevamente" esta Constitución.
¿Y si hiciéramos un plebiscito para saber si los chilenos estamos conformes con esta Constitución que nos amarra en tantas cosas, entre otras en que nos impide que los plebiscitos sean vinculantes?
SIN EVOLUCIÓN...NO HAY REVOLUCIÓN