EDITORIAL (para "El Camaleón")
Desde hace algunas semanas se viene publicitando en los medios comunales de información diferentes aspectos relativos al Plano Regulador. Conocido por su sigla técnica como PRC, este instrumento, muchas veces poco conocido por la población, es el que junto con el Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO), define líneas estratégicas de desarrollo para la comuna. El Plano Regulador es el que consigna el uso de los suelos, define la densidad de población de las diferentes zonas de la comuna, define los focos de desarrollo comercial, potencia las vías terrestres de comunicación, dibuja el potencial espacio para las áreas verdes, en definitiva dibuja la cara de tus espacios.
En estos próximos meses, serán muchas las invitaciones a cabildos temáticos y territoriales, para conversar de lo que los vecinos queremos hacer de y en la comuna, para los próximos…20 años? Es una herramienta potente este Plano Regulador, por cierto.
Pero lo fundamental del tema y que lamentablemente será parte mínima del debate respecto de este tema, es el o los mecanismos mediante los cuales deben validarse decisiones tan trascendentales. La ley actualmente considera mecanismos de consulta y exposición formal a la comunidad, respecto de ciertos temas, lo que finalmente son refrendados y considerados por el Concejo Municipal en ejercicio. Lo más probable es que algunos grupos organizados de la comunidad tengan expresiones más potentes para representar sus inquietudes, como debiera ser el caso de las miles de familias de allegados de la comuna, y lo que sin duda ocurrirá es que dado el marco legal, sean las grandes inmobiliarias las que de manera sutil, influirán en la imagen proyectada para el Peñalolén del Futuro. Sería bueno, muy bueno, y este es un llamado a la comunidad y a las autoridades comunales, el que junto con debatir aspectos técnicos complejos, sueños de su entorno para la población, se considere reales mecanismos de participación respecto de algunos temas relevantes, en relación a infraestructura social (sedes comunitarias), mejoramientos de sistemas colectores de aguas lluvias, infraestructura de servicios comunitarios (proyección de nuevos consultorios, plazas, centros deportivos, etc.). Más que cabildos consultivos, bueno sería experimentar mecanismos de consulta vinculantes. Un Plebiscito de Peñalolén para Peñalolén. Eso sí sería un cambio sustancial en el Plano Regulador y sus proyecciones. Y aunque las elecciones nuevamente complican el escenario para hacer consultas de este tipo, con voluntad y buen manejo de los tiempos, siempre es posible avanzar.
En estos próximos meses, serán muchas las invitaciones a cabildos temáticos y territoriales, para conversar de lo que los vecinos queremos hacer de y en la comuna, para los próximos…20 años? Es una herramienta potente este Plano Regulador, por cierto.
Pero lo fundamental del tema y que lamentablemente será parte mínima del debate respecto de este tema, es el o los mecanismos mediante los cuales deben validarse decisiones tan trascendentales. La ley actualmente considera mecanismos de consulta y exposición formal a la comunidad, respecto de ciertos temas, lo que finalmente son refrendados y considerados por el Concejo Municipal en ejercicio. Lo más probable es que algunos grupos organizados de la comunidad tengan expresiones más potentes para representar sus inquietudes, como debiera ser el caso de las miles de familias de allegados de la comuna, y lo que sin duda ocurrirá es que dado el marco legal, sean las grandes inmobiliarias las que de manera sutil, influirán en la imagen proyectada para el Peñalolén del Futuro. Sería bueno, muy bueno, y este es un llamado a la comunidad y a las autoridades comunales, el que junto con debatir aspectos técnicos complejos, sueños de su entorno para la población, se considere reales mecanismos de participación respecto de algunos temas relevantes, en relación a infraestructura social (sedes comunitarias), mejoramientos de sistemas colectores de aguas lluvias, infraestructura de servicios comunitarios (proyección de nuevos consultorios, plazas, centros deportivos, etc.). Más que cabildos consultivos, bueno sería experimentar mecanismos de consulta vinculantes. Un Plebiscito de Peñalolén para Peñalolén. Eso sí sería un cambio sustancial en el Plano Regulador y sus proyecciones. Y aunque las elecciones nuevamente complican el escenario para hacer consultas de este tipo, con voluntad y buen manejo de los tiempos, siempre es posible avanzar.
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