Hermoso fue ver a miles de manifestantes,
trabajadores, mujeres y hombres
marchar con alegría para celebrar su día.
Hermosas las banderas, los lienzos,
las pancartas
que hacían alusión a los Sindicatos
Hermosos los panfletos,
hermoso el canto que acompañó el acto.
Hermoso el compromiso de los jóvenes
y viejos
de marchar por la Alameda en un hermoso día
a pesar de los agoreros que niegan
el derecho de los trabajadores,
argumentando desmanes.
Ocho mil manifestantes, dice el Mercurio,
de veinte mil habla el Gobierno.
Lo cierto es que las más de diez cuadras que se coparon en la Alameda
dan cuenta de los asistentes y de su masiva presencia.